Entre las agendas de las agencias... ¿dónde estamos?

Desde Opción Venezuela y desde los otros espacios en los que me he desarrollado; por casualidad, causalidad o no sé que, he tenido distintas formas de vinculación con varias agencias de cooperación internacional.

En todo este camino (que no ha sido muy largo tampoco) he podido analizar desde distintos roles el papel que juegan las agencias de cooperación internacional en la promoción del desarrollo.

Algunos de estos análisis son viscerales (lo que le quita un poco de objetividad al asunto) en otros casos los análisis los he intentado hacer de una manera más objetiva.

En cualquiera de los casos hay varias cosas que me llaman la atención. En primer lugar, la forma de articulación de las agendas de estas agencias (parece un trabalenguas, no???), en segundo lugar los criterios de priorización de las necesidades que estas agencias, presumen, deben ser atendidos y en tercer lugar la forma en que las organizaciones de desarrollo social logran posicionar su agenda (que también la tenemos!!!!) frente a las agencias.

En el primer caso, la preocupación la podría resumir en lo que entiendo es un sentido de protagonismo que las agencias asumen frente a sus pares, quien apoya más en tal o cual línea, quién da más, de que forma y bajo que modalidad parecería ser el hilo conductor de los informes de balance social de cada una de ellas.

Este primer factor veo que se relaciona directamente con los dos siguientes, basicamente las ODS pareciera que bailamos al ritmo de las agencias y en determinado momento dejamos nuestras agendas de lado.

La consecuencia de esto es claramente visible, las ODS -como sector- no logramos articular nuestras acciones, en lo que consideramos como prioritario, lo que inevitablemente nos resta legitimidad frente a las propias agencias.

Como ven, la novela es complicada, es una historia parecida a quién fue primero ¿el huevo o la gallina?, en nuestro caso ¿quién define las prioridades, las agencias o las ODS? ¿nos dejamos llevar por las agencias o somos consecuentes con nuestras agendas?.

Tradicionalmente, creo que han sido las agencias las que definen el camino, que la situación sea distinta, esta en nuestras manos, en definita somos las ODS las que estamos en las comunidades y las que debemos, en definitiva, definir a que ritmo bailamos.

Todo esto lo comento porque si bien el ODM8 invita a los paises "desarrollados" fomentar una asociación mundial por el desarrollo, no debemos los "menos desarrollados" esperar sentados a que nos digan cuáles son nuestras prioridades.

Aclaro que no quiero decir con esto que las metas asociadas no sean pertinentes, lo son, pero creo importante definir nuestras prioridades. Como jóvenes, además debemos preguntarnos si nuestra única prioridad radica solamente en el empleo digno -único enunciado que nos reconoce como colectivo- o si debemos exigir -y trabajar en función de- mayor visibilidad en toda esta novela, en la que invitados o no ya estamos montados.